Galería: Oleander y el pozo

    Vale, prometí que la próxima sesión no sería de Nerium, así que he decidido traeros a su némesis: Oleander. Así la vais conociendo un poquito para cuando os cuente algunas cositas de ella el próximo lunes. Nació para ser la malota de la historia, pero... En el fondo no es mala, solo una incomprendida a la que la vida ha tratado mal. Yo la adoro, miradla, es tan mona ella (insertar gritito modo fangirl).

    Esta sesión la hice hace unos meses, cuando acompañé a mi madre al Delta del Ebro a encontrarse con unos amigos coleccionistas suyos, mientras ellos se dedicaban al intercambio de chapas y cosas varias, yo cogí a Oleander y aproveché para hacerle fotos en un pozo muy seductor que estaba en frente del restaurante donde íbamos a comer (La casa de fusta). He de decir que ese día hacía una ventolera increïble y le tuve que poner varias piedras al cubo para que el peso lo ayudara a estabilizarse, aún así, lo iba cogiendo por un ladito procurando que mi mano no saliera en las fotos por si acaso. Que el miedo a que caiga la muñeca siempre está ahí. Pero tranquilos, que no pasó nada, está sana y salva. 

    Lo que me encanta de esta sesión es el color del pelo de Oleander. Es un tono berenjena difícil de captar y que casi siempre me queda negro en las fotos, pero aquí, como daba el sol, se ve perfectamente el tono morado que tiene. Me encanta. Pero no me enrollo más y os dejo con una selección de fotos.

 Si queréis, hay más y mejor en mi Flickr.

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